Los instrumentos musicales son artículos
delicados que requieren de algunos cuidados para mantenerlos
siempre en óptimas condiciones.
En el caso de los instrumentos de cuerda, como el ukelele, por
ejemplo, no hay que olvidar que se fabrican casi siempre en madera, un material
orgánico que puede sufrir ligeros cambios dependiendo de las temperaturas y el
clima. En verano la madera tiende a
expandirse mientras que en invierno se contrae. Ello puede ocasionar algunos
problemas como zumbidos o pequeñas grietas.
La madera igualmente puede absorber la humedad del ambiente y si ésta es excesiva los pegamentos que mantienen unidas las partes pueden ablandarse y producir deformaciones.
La madera igualmente puede absorber la humedad del ambiente y si ésta es excesiva los pegamentos que mantienen unidas las partes pueden ablandarse y producir deformaciones.
Durante el transporte o la manipulación los instrumentos también pueden sufrir daños si no somos lo suficientemente cuidadosos.
Sin embargo, todo esto puede evitarse si tomamos algunas previsiones. Aquí te damos siete tips sencillos y útiles para que mantengas tu ukelele en perfecto estado:
1.- Guarda tu instrumento en un lugar con buena ventilación,
que no sea excesivamente húmedo ni reciba la luz directa del sol. Cuida de no guindarlo
o recostarlo de una pared excesivamente fría o húmeda. Lo ideal es mantenerlo dentro
de su funda o estuche, dentro de la cual puedes incluir una pequeña almohadilla
antihumedad. Y recuerda ventilarlo y tocarlo con frecuencia.
2.- Cuando vayas a transportar tu instrumento asegúrate de
que la funda o estuche esté bien cerrado para evitar caídas innecesarias. Antes
de sacarlo es preferible apoyarlo sobre una superficie firme y solo entonces
abrir la funda.
3.- Antes de tocar, lávate las manos y sécalas muy bien. Así
evitarás que tu instrumento acumule impurezas y las cuerdas te durarán mucho más
tiempo. Para que el fondo del instrumento no se raye mientras tocas, procura
que no roce con la hebilla de tu correa o con botones o cierres
prominentes de tu ropa.
4.- Después de tocar, limpia todo tu instrumento con un paño fino
y suave, preferiblemente de algodón y que no suelte pelusas, para remover el
sudor y el polvo. Desplázalo suavemente sobre el diapasón para limpiar las
cuerdas. También puedes pasarlo con mucho cuidado por el espacio que hay entre
las cuerdas y el diapasón para limpiar los trastes.
5.- Ten en cuenta que cuando los instrumentos no se usan por
largo tiempo, las cuerdas pueden dañarse y hasta romperse. Por regla general, se
recomienda cambiar las cuerdas cada 6 meses para mantener la calidad del sonido
y la afinación.
6.- Si vas a cambiar las cuerdas, desmóntalas y reemplázalas
de una en una, no las quites todas a la vez. Esto evita que el instrumento se
deforme por cambios bruscos de tensión. Para hacer este trabajo coloca el ukelele
sobre una superficie plana, sobre la cual has puesto previamente una toalla seca
o tela no resbaladiza.
7. Ten en cuenta que las cuerdas nuevas son más elásticas y
tienen a distenderse. Por lo tanto, requieren ser afinadas varias veces hasta
que se estabilicen. Si acabas de comprarte un ukelele tendrás que rectificar la
afinación con frecuencia hasta que esto ocurra.
0 comentarios:
Publicar un comentario