Todo el que está aprendiendo a tocar ukelele, guitarra o piano sueña con poder cantar y acompañarse simultáneamente con su instrumento.
Al principio puede que esto no te resulte tan sencillo, porque debes
desarrollar la habilidad de combinar varias acciones a la vez. En el caso del
ukelele o la guitarra, por ejemplo, una mano debe ser capaz de cambiar
los acordes y la otra hacer el rasgueo sin perder el ritmo, mientras entonas
la melodía y pronuncias la letra. Todo un reto para tu cerebro, ¿verdad?
Sin embargo, nada es imposible si le ponemos cariño y
practicamos con constancia y paciencia.
Tras consultar con algunos músicos amigos, reunimos siete tips para que logres tu meta en relativamente poco tiempo. Pon atención:
1.- Para comenzar escoge una canción sencilla, que no tenga
más de tres o cuatro acordes como máximo. Consigue la letra y el cifrado.
2.- Aprende muy bien la melodía y la letra. Memorízalas.
3.- Ahora comienza a practicar la secuencia de los acordes muy
lentamente. Al principio haz que tu mano derecha
realice solo rasgueos simples, con movimientos hacia abajo pero manteniendo una
velocidad constante. Puedes ayudarte con un metrónomo. Los hay de
bajo precio o incluso en forma de aplicaciones para tu celular. El metrónomo
marca el tiempo para evitar que pierdas el ritmo de tu mano derecha. Para ti
será una especie de director de orquesta. Primero rasguea lento, lento, lento y
poco a poco ve aumentando la velocidad.
4.- El siguiente paso es precisar en qué sílaba de la letra
se producen los cambios. Tararea la melodía por frases mientras practicas los cambios de acordes muy
len-ta-men-te. A medida que salga más fluido, podrás ir aumentando la
velocidad gradualmente hasta que alcances el tiempo normal de la canción.
5.- Recuerda no forzar tu voz ni tus dedos durante la práctica. Nada debe doler. Si sientes
alguna molestia, descansa, estira tus dedos y retoma tu estudio en unas horas. La
clave siempre es practicar primero muy lentamente y poco a poco ir aumentando la velocidad.
6.- Una vez que tu voz y tu instrumento se acoplen, comienza
a incorpora el rasgueo definitivo: rock, reggae, balada, etc. Cuando te
sientas más seguro, entonces ponle emoción y sentimiento a tu canción.
7.- Por último, recuerda: da mejores mejores resultados practicar
un poco todos los días, aunque sean 10 minutos, que realizar prácticas maratónicas
un solo día a la semana.
Aprender a cantar y acompañarte tú mismo te dará
independencia, seguridad y muchas satisfacciones, además de que más adelante tendrás una herramienta muy útil si quieres componer tus propias canciones.
Además, en esta época, donde los covers están tan de moda, podrías
querer abrir tu propio canal de YouTube y compartir tus interpretaciones.
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